jueves, 20 de marzo de 2014


INIQUIDAD. Maldad, Injusticia grande

Sala de Arte BRONZO, La Laguna, 14 de marzo al 11 de abril de 2014


Celestino Celso Hernández

         El tema que nos reúne en el Espacio ‘Bronzo’, y que protagoniza el colectivo de artistas PARTECAN, es prácticamente tan antiguo como la misma humanidad. Con ser una losa que pesa sobre nosotros, de manera casi insoportable, como una plaga que nos atosiga sin descanso, la INIQUIDAD se presenta como una especie de maldición a la inmensa mayoría de los seres humanos, condenados a sufrirla y soportarla cada cierto tiempo, a lo largo de los siglos, como un Sísifo colectivo.


Ventura Alemán

 INIQUIDAD, del latín ‘Iniquitas-Iniquitatis’ (Iniquity en inglés, Iniquité en francés, Iniqüidade en portugués), según la Real Academia Española de la Lengua significa “Maldad, injusticia grande”. El Diccionario Larousse de la lengua española amplía un poco la definición de ‘Iniquidad’, como “injusticia o gran maldad en el modo de obrar”. De modo similar lo hace el Diccionario Enciclopédico Vox, como “injusticia o maldad en el modo de actuar de una persona”, tal como las iniquidades del tirano. Encontramos también, como sinónimos de ‘Iniquidad’, según el Diccionario de sinónimos y antónimos de Espasa-Calpe, los siguientes: ignominia, injusticia, perversidad, vileza, infamia y maldad, apareciendo también en las siguientes entradas: arbitrariedad, humillación e inmoralidad. El Diccionario Larousse, también de sinónimos y antónimos, añade los términos “ilegalidad y desafuero”. Incluso se pueden encontrar más sinónimos de ‘Iniquidad’, como “impiedad, inclemencia y corrupción”, y asociadas a su significado también el término “expoliar”, en el sentido de despojar con violencia o con iniquidad.

Francisco de Armas
















Su presencia se puede rastrear en las narraciones y textos de referencia más antiguos y más conocidos. En uno de ellos, la Biblia, libro de cabecera para millones de personas, nos encontramos varias citas sobre la ‘Iniquidad’, desde lo que en sí mismo representa, sus desmanes, sus repercusiones y la postrer condena a quienes han recurrido a la iniquidad, ante sus semejantes. En los Libros poéticos y sapienciales de Job, Salmos y Sabiduría, y los Libros proféticos de Amos y Oseas, encontramos las siguientes manifestaciones:

José Darias





















“Ay de los que proyectan iniquidades y traman el mal durante la noche! Al despuntar el día, lo realizan, porque tienen el poder en su mano.
Están llenos de toda clase de injusticia, iniquidad, ambición y maldad; colmados de envidia, crímenes, peleas, engaños, depravación, difamación.
¿Por qué me haces ver la iniquidad y te quedas mirando la opresión?
Cuando se haga el recuento de sus pecados, llegarán atemorizados, y sus iniquidades se levantarán contra ellos para acusarlos.
Porque, ¿qué tienen en común la justicia con la iniquidad, o la luz con las tinieblas?
El misterio de la iniquidad ya está actuando. Sólo falta que desaparezca el que lo retiene”.

Alfonso García





















         Un grupo de amigos, colectivo de artistas, PARTECAN, que nos reunimos cada cierto tiempo, desde hace ocho años, para intercambiar nuestras particulares experiencias, para pasar un buen rato, y para hablar, debatir y hasta discutir, lo que sea necesario, con buen entendimiento final entre nosotros, nos plateamos hacerle frente a una muestra colectiva, en la que todos participásemos en torno a un tema o motivo común.
         No nos cogía de nuevo la organización de una muestra colectiva, aunque sí que lo hiciésemos con un leitmotiv común. PARTECAN se presentó como colectivo de artistas en la Casa Roja, de Garachico, que gestiona uno de sus miembros, y también artista, Claudio Sánchez, para continuar con nuevas colectivas de arte en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, de Puerto de la Cruz, en el Espacio de Arte El Kastillo, de La Laguna, y en la Fonda Medina, de Güimar.

Medin Martín





















         Desde el primer momento hubo práctica unanimidad en el motivo a elegir, y en torno al que trabajar las distintas obras, a presentar en el Espacio BRONZO, que también gestionan dos de los artistas pertenecientes a ‘Partecan’, Ventura Alemán y Francisco de Armas. El tema, o motivo, se vertebró desde el comienzo en torno a ‘Los Miserables’ e ‘Iniquidad’, eligiendo este último término, que por otra parte engloba al primero.
         Nos parecía, pues, que INIQUIDAD podía ser una buena elección, para que cada uno de los artistas de PARTECAN –Ventura Alemán, Francisco de Armas, Jose Darias, Alfonso García, Medín Martín, Fernando Mena, Pedro Rodríguez y Claudio Sánchez- desarrollaran una obra personal, con la interpretación y versión, que cada uno de ellos considerara más adecuada. A estos ocho artistas, de ‘Partecan’, hemos añadido como invitada, en la costumbre que venimos manteniendo desde la primera muestra, en la ya citada Casa Roja de Garachico, a la artista escultora Evelina Martín, para que compartiera nuestro compromiso y expusiera junto con nosotros. Participa también en esta muestra, In memorian, el que fuera nuestro compañero en Partecan, y también en la Escuela de Arte de Tenerife, Miguel Ángel Díaz Palarea. Esta es pues, al mismo tiempo, una muestra de homenaje de sus compañeros, a quien viera la primera luz en este mundo el año 1952, en Las Palmas de Gran Canaria, y se despidiera de nosotros un 3 de febrero del paso año 2013, en la que fue por muchos años su casa y estudio en el Barrio Nuevo, de La Laguna.

Fernando Mena























         El artista puede ser una persona con una especial sensibilidad, de hecho suele serlo, para percibir lo que sucede a su alrededor, para captar los más mínimos detalles de la naturaleza y de las personas. El buen artista posee unas capacidades específicas, para traducir a manifestación plástica todo lo que transcurre ante su mirada. Socialmente es habitual que sea visto incluso como un ser distinto, muy particular y especial.
         Todas estas capacidades y virtudes, y esa admiración que despierta, no es menoscabo para que, en realidad, sea una persona más de las que inician cada día. Una persona que conoce, o a la mejor comparte incluso su vida con alguna otra persona, que ha sido desahuciada de su casa, porque no ha podido entregar hasta el último céntimo de su préstamo. Una persona, el artista, que ve con rabia cómo avaros gestores de bancos convencieron a personas mayores, llevadas de su confianza, para que invirtieran en participaciones preferentes, en realidad bonos basura, y luego dar la callada por respuesta, ante la desaparición de los ahorros de toda una vida. Una persona que tiene entre sus vecinos, ya incluso en su propia casa, personas que ven como transcurre un mes tras otro sin que le surja un trabajo, aunque este mal pagado, y que si contaba con alguna prestación ve, desesperado, cómo se acaba agotando también ese apoyo. Un artista, una persona, que conoce en su propio entorno como el esfuerzo de los más jóvenes, ampliando su formación al máximo, hasta la excelencia, les condena a repetir la emigración de sus abuelos, si quieren progresar en la vida. Artista, al fin, que no está ajeno a la lucha desesperada de otros seres humanos, que estando aún en peores circunstancias que nuestros vecinos y conocidos, se han lanzado a la mar en frágiles pateras, jugándose la vida, después de atravesar desiertos y pagar o sortear a las mafias.

Pedro Rodríguez





















         Y este mismo artista, al que venimos haciendo mención, también tiene conocimiento, puede que incluso cercano, del banquero que exprime al límite a todo aquél al que le hizo un préstamo, y que no se conforma con ganar y ganar, mientras la inmensa mayoría ve como su cuenta es deficitaria. Y también sabe, con sólo encender el televisor o abrir el periódico, de este y aquél político que, una vez más, consiguió convencer a los sufridos ciudadanos, para que fueran a ponerle una papeleta a su favor, en la urna cuatrienal, y a partir de ahí no da señales ni de acordarse de lo que dijo y prometió, sin pestañear ni ruborizarse. Incluso, nuestro artista tiene constancia, y llega a conocer a algún empresario, que amasó fortuna vertiginosa, y cuando estalló la burbuja inmobiliaria dejó a todos tirados, incluyendo a los propios obreros que le permitieron enriquecerse.

Claudio Sánchez













         La organización Oxfam Intermón hacía público un Informe con un significativo título: "Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica". Con un juego de palabras, de la inequidad a la iniquidad, se asegura que nos encontramos ante el mayor desafío de nuestro tiempo. Casi la mitad de la riqueza mundial está en manos del 1% de la población. Con todo, el titular más llamativo y escandaloso es que las 85 personas más ricas del mundo, que cabrían en un pequeño cine, poseen lo mismo que 3.570 millones de personas, más pobres en el mundo. En España, la información no es menos demoledora: las 20 personas más ricas de nuestro país acumulan 77.000 millones de euros, una cifra que equivale a la renta del 20% de nuestros ciudadanos, más pobres.
         Sitios en la red como Inequality.is -Inequality is real, it's personal, it's expensive and it wass created- (la desigualdad es real, es personal, es expansiva y ha sido creada) muestran de qué manera la ignorancia de la población, respecto a sus propios derechos, ha permitido que la inequidad en la riqueza crezca a niveles de desproporción, que sobrepasan los de cualquier otra etapa histórica. Esta inequidad no apareció por accidente: existe en función de las políticas públicas de los gobiernos, de los impuestos y del comercio. Entender la inequidad de la riqueza es el primer paso para transformarla.

Evelina Martín
















         El filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein, en su método aforístico, entre sapiencial y enteramente dogmático (no dialéctico) que habría empleado para construir su gran obra, recoge conclusiones como las siguientes: «Una proposición debe comunicar un sentido nuevo con expresiones viejas», «La lógica es trascendental», «la ética es trascendental», «Ética y estética son una y la misma cosa». En la proposición 5.6 de su obra Tractatus Logico-Philosophicus, Wittgenstein afirmó «Die Grenzen meiner Sprache bedeuten die Grenzen meiner Welt» (“Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo”).
         Que no nos suceda como al matemático de la corte imperial en Praga, Tycho Brahe, que por no romper el protocolo en una cena, que compartía con un barón, un canciller imperial, y otros invitados de postín, y ausentarse sólo un momento, pagó con su vida el consumo de líquido, más allá del que la naturaleza humana permite.


Cómo podríamos nosotros, que nos tenemos por personas conscientes y solidarias, y cómo podrían también los artistas, que se reúnen en el colectivo PARTECAN, permanecer ajenos a tanta desproporción en las decisiones de los gobernantes y de los señores del dinero. De qué modo podríamos asumir el haber sido testigos de tanta injusticia, de una maldad tan grande, con que la que se inicia este siglo XXI, y no decir ni lo más mínimo al respecto. Lo que ofrecemos, a partir de hoy, en el Espacio Bronzo, de La Laguna, es desde luego, y en primer lugar, una muestra colectiva de arte. Además, queremos que también se vea, y se lea, como expresión de nuestra modesta voz, al mismo tiempo que nuestra rotunda manifestación ante tanta INIQUIDAD, injustica, maldad grande, como ha sido vertida sobre tanta gente.

Berto Concepción y Celestino Celso Hdez., junto al homenaje a Miguel Ángel Díaz Palarea

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